No se por que, y por poco cuando cruzabas la cordillera llegando de madrugada, así como el sol al amanecer. Pensé si al verla seguiría brillando con la intensidad que me encandilo al verla volar como un ángel para ir al luchar por el sueño que es.
Tras una inmensa ventana vi sus delgadas y pálidas piernas, cremas de estelares que al saber que ya estaban aquí. Mis nervios amarraron con mis venas tan fuerte mi corazón al pecho, que este me mostrara a golpes cuan indestructible es todo. Fue una explosión, hizo crecer mas el sentir.
Eclipse de bienvenida, juntos paso otra noche viendo amanecer, entre tantas palabras que detenían el tiempo como es nuestra costumbre.
No falto mucho para regresar a la luna junto a ella. Aunque esta vez, con la timidez de un niño, como un miedo a cuidar tanta belleza soñada que envolvía mi cuerpo. De verdad fue un ángel... tu!... hermoso destello que danza!... el que me llevo de su mano al firmamento. Tantas vueltas por la luna hasta volver a tierra, abriendo mis ojos y extinguirme, derritirme en el dulce mar azul de su mirar. Ese que trajo el destino.
Caminamos entre cruces, donde los de antes toman su siesta. Presenciando obras que se transforman en espectáculos solo al juntar nuestras manos.
Tan tuyo que deseo lo mejor mas que a todos a ti....Pidiendo grandes disculpas. Fue mi esencia la que se desequilibro. No veía como su luz me seguía protegiendo con su lumina, al abrazarme, acariciarme con sus labios y palabras. Con tu universal ternura.
Si hasta apareció igual que durante meses, pero hace poco en siete sueños seguidos, y en cada uno abrigo y levanto de mis llantos. En otros botamos murallas e incluso, en algunos hasta las estrellas nos ovacionaron por un espectáculo que la Luna y el Sol deleitaron sobre un trapecio. Se cuidaban para nunca dejar caer. No había mejor figura ahí que la formada con un abrazo. Y en una caída seguían con el. Pero siempre continuando en las alturas...en el aire, en la grandeza de esta ilusión.
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